#pensadoporpatagónicas

 

Un escenario habitado por el mar, la meseta y y el sol.

Nos inspira lo despojado del paisaje patagónico. Somos viento, agua. Somos arena salada. Lo entendemos desde la piel.

Hay una forma de belleza donde ciencia y estética dialogan con amor. Motivadas por el cuidado inteligente y el rigor de un invierno patagónico.

El mar toca la arena. Podemos ser una versión más relajada, suelta y libre, a mano alzada, vibrando con el sol de verano.

 

 

El juego nos lleva por caminos inesperados. Descubrimos nuevas formas, desde la intuición, sorpresa y magia.

El verano es burbujeante,aireado, volatil.

Piel de verano. Patagonia viento norte, arena, salada y feliz. Nos entregamos a la magia del mar.

El agua salada moja la piel, y ese dibujo tiene forma de absoluta libertad.

Creemos que la naturaleza tiene su lenguaje, somos simples interlocutores: estamos, la habitamos, la cuidamos.

 

 

Es invierno. El viento sur atraviesa la piel, lo sentimos en los labios, en la frente.

El frio arde. Sabemos como preparar nuestra piel para el invierno patagónico. Árido, frío, hostil y nada alrededor.

La austeridad es una condición de la patagonia mas extrema. Piel Patagonica. Sopla viento sur y una helada de tres bajo cero nos despierta.

Sabemos como preparar nuestra piel para el invierno.

 

 

CUIDADO INTELIGENTE DE LA PIEL 

#PENSADOPORPATAGONICAS